martes, 13 de septiembre de 2016

Plegaria.



Plegaria ( soneto heroico)

Haciendo hoy un balance de mi vida;
concluyo que he marchado satisfecha,
que siempre recogí buena cosecha
y espero en regocijo la partida...

No temo si a tu brazo voy asida,
alejas la desdicha que me acecha,
me incitas a irrumpir por nueva brecha
y hacer en el empeño mí guarida…

Fracasos he tenido por montones
más nunca me has dejado con mi suerte,
contigo he superado decepciones...

Tu amor incomparable me hace fuerte,
si dudo … por favor no me abandones,
sostenme en el camino hacia la muerte.

Cautiva y radiante .



Fragante como flor hoy,
estoy,
me siento una hembra atractiva,
cautiva,  
culpable es tu amor flamante,
 radiante.
Mi vida es apasionante,
ya no hay frío amanecer;
me cobija tu querer
!Estoy cautiva, radiante!

De aquel amor.



De aquel amor.

De un íntimo sentir volaron mariposas
cruzando corazones al expirar abril…
Dos almas solitarias se juntaron  gozosas 
escribiendo  su historia con  un amor febril.

Fue tiempo de ventura, de dulce primavera,
de llegar hasta el cielo con vaivén de ilusión,
de tocar las estrellas, de creer la quimera …
Y  tatuar en la piel sentimiento y pasión.

Dulce recuerdo queda grabado en la memoria
de aquel amor vivido que nos hizo soñar,
anidado en el alma como un trozo de gloria,
haciéndose sentir en cada respirar…

En un rincón del alma.



¡En un rincón del alma! se ha quedado,
tu amor insoslayable, caballero,  
aquél que por distinto fue primero 
y sigue titilando aunque es pasado...

Jamás tuve otro sueño tan luchado,
buscaba consumarlo con esmero,
quizás mi corazón por forastero
perdió la dirección y fue virado…

No vale lo que el tiempo decidiera,
pervive descartado del olvido
aquel amor que un día nos uniera.

Del alma y de la mente no te has ido,
quedaste como eterna primavera
morando en mis adentros, escondido…