sábado, 3 de octubre de 2015

A mi hijo Carlos en su cumpleaños 21.



    El niño de mis amores 
    creció ,así de repente,
    hoy es un hombre fulgente,...
    atrás dejó los temores.

    Recuerdo cuando llegó;
    al acunarlo en mis brazos
    se prendió de mi regazo
    y mi amor lo resguardó.
    Aquellas manos chiquitas
    que acariciaban mi cara,
    que hacían que yo soñara…
    Hoy son grandes y benditas.
    En su regia juventud
    veo el capullo emerger ,
    y me siento estremecer
    de orgullo y de gratitud.
    Pido a dios con devoción
    que lo guíe en su camino,
    que goce de un feliz sino
    con su santa bendición.
    Él es el último fruto
    del florecer de mi vida,
    soy la madre bendecida
    con creces, en absoluto.




domingo, 27 de septiembre de 2015

No pudo ser.

Él pudo ser mi amor, mas solo fue un gran sueño​,
vistió de primaveras mi mustio corazón ,
fue luz en el ocaso sembrando la ilusión,
que pena que se fuera ,jamás será mi dueño.

Retábamos quimeras
embriagados de gloria,
sumidos en euforia
batíamos barreras.

Vivíamos los dos
aquel ardiente amor,
sin pensar el dolor
que daría el adiós.

El tiempo ha trascurrido,
el sueño terminó,
pero su amor caló,
no se cubrió de olvido.

A veces al mirar un bello amanecer,
evoco su retrato, suspiro al recordar
el día que llegó, haciéndome abrigar
anhelos fenecidos, porque no pudo ser...

Decir Amor.

Decir amor… 
Es rendirme al sortilegio de tu dulce galanteo,
es colgarme de tu sueño; pasearlo en mis sentidos,
penetrarme en tu mirada que provoca mi deseo 
y danzar embelesada compasando mis latidos .

Decir amor… 
Es mecer cada suspiro que se escapa de tu pecho,
es libar manjar divino que derramas por tu boca,
ser el puerto fascinante donde te ancles satisfecho
y fundirme en tus entrañas con pasión ardiente y loca.

Decir amor… 
Es mirarme cada día reflejada en tu sonrisa,
es sentirme en tu regazo la mujer plena y feliz,
dedicarte miles versos ;ser tu eterna poetisa
y gloriar el sentimiento que en el alma echó raíz….

Yo soy de tu jardín la primavera.

Soy fuego que tu cuerpo reconoce,
me gusta ser la dueña de tus horas,
la presa seductora que devoras
y se hace complemento de tu goce.


Yo soy en tu jardín la primavera,
el néctar que te sirve de sustento,
tú siempre de mi amor estás sediento;
sucumbes enlazado a mi cadera. 

Debajo de la luna. ( soneto acróstico)

Debajo de la luna en sortilegio 
Idilio nos envuelve y arrebata, 
Seduce su fulgor que nos desata 
El libido en ascenso cual arpegio.

Libarte con delirio es privilegio,
Oculto frenesí que me delata,
Es brío que mi juicio desbarata,
No niego que contigo todo es regio.... 

Saciados sucumbimos en quietud
Oteados por los pájaros nocturnos, 
Nutridos de la esencia del amor.

El día nos sorprende en plenitud, 
Tendidos nuestros cuerpos taciturnos 
Ofrendan complacidos su esplendor.

Brindo.

Surcando los recodos de su piel, 
perdida en el oasis de su boca,
mi cuerpo cadencioso se desboca
cautivo de caricias a granel.

Al ritmo de un galope de corcel 
su esencia en mis adentros desemboca;
turbando mis sentidos, que provoca,
morir acompasada junto a él. 

Si cesa mi existencia qué más da,
hoy brindo por vivir con frenesí, 
no importa el qué mañana traerá.

En cada instante está dentro de mí,
tan solo su presencia bastará 
el día que me vaya al fin de aquí.

Vivir.


Confieso que el camino ha sido duro,
curtido de batallas diferentes,
mas siempre con el paso muy seguro
valiente he afrontado las siguientes.
A todo desafío me aventuro
buscando florecer en mis simientes,
si logro perpetuarme con amor
no importa soportar todo dolor.

La vida no te ofrece solo rosas,
la espina siempre pincha la esperanza,
mas cuando tienes alas poderosas
podés volar directo a la bonanza.
Repele las vivencias dolorosas
alzando tu florete con pujanza,
vivir es un combate desafiante,
no puedes enfrentarle vacilante.