sábado, 3 de octubre de 2015

A mi hijo Carlos en su cumpleaños 21.



    El niño de mis amores 
    creció ,así de repente,
    hoy es un hombre fulgente,...
    atrás dejó los temores.

    Recuerdo cuando llegó;
    al acunarlo en mis brazos
    se prendió de mi regazo
    y mi amor lo resguardó.
    Aquellas manos chiquitas
    que acariciaban mi cara,
    que hacían que yo soñara…
    Hoy son grandes y benditas.
    En su regia juventud
    veo el capullo emerger ,
    y me siento estremecer
    de orgullo y de gratitud.
    Pido a dios con devoción
    que lo guíe en su camino,
    que goce de un feliz sino
    con su santa bendición.
    Él es el último fruto
    del florecer de mi vida,
    soy la madre bendecida
    con creces, en absoluto.




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