De lejos la contemplo tras el tiempo
llevando la orfandad por compañera,
sus ojos acumulan la tristeza,
el tedio le mató todo los sueños.
Vivió feliz alguna vez, recuerdo,
fue musa que inspiraba a los poetas,
su pecho estremeció de amor con fuerza
y al éxtasis le vino mal momento…
Hoy vaga solitaria por las sombras,
su cuerpo ya marchito languidece,
los años de esplendor se le esfumaron.
María fuiste venus, fuiste rosa,
en tu alma se abrigaron mil quereres…
¡Qué pena ver vacías hoy tus manos!
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