martes, 13 de septiembre de 2016

Detente.


Te veo tan fugaz y tan distante
así como una luz desvanecida
que en tanta oscuridad se ve perdida…
Tu apego y mi desidia equidistante.

Si miras mi actitud tan vacilante
y piensas que persigo ser querida,
detente, tengo el alma sucumbida;
no hay sueños ni porqué que la levante …

Cobijo en mi  interior tedio y frialdad
por tanto desengaño y desamor,
no quiero ni pretendo otra mitad…

Si ves, llevo tragedia en rededor,
tendrías que ser mago de primera
y hacerme resurgir en primavera…

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