Te veo tan fugaz y tan distante
así como una luz desvanecida
que en tanta oscuridad se ve perdida…
Tu apego y mi desidia equidistante.
Si miras mi actitud tan vacilante
y piensas que persigo ser querida,
detente, tengo el alma sucumbida;
no hay sueños ni porqué que la levante …
Cobijo en mi
interior tedio y frialdad
por tanto desengaño y desamor,
no quiero ni pretendo otra mitad…
Si ves, llevo tragedia en rededor,
tendrías que ser mago de primera
y hacerme resurgir en primavera…
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