domingo, 12 de febrero de 2017

Ovillejos encadenados.



Aquel padecer tan crudo 
no pudo,
cuando me partió en dos
tu adiós
nunca me viste morirme,
hundirme…
Rescaté mis sueños, firme,
resurgí de las cenizas,
tu recuerdo volví trizas…
¡No pudo tu adiós hundirme!

¿Qué motiva mis mañanas?
las ganas
¿De qué no debo parar?
de amar 
con los deseos que tengo,
mantengo.
Por la vida voy y vengo,
si me caigo me levanto
le doy revés al quebranto…
¡Las ganas de amar mantengo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario