Infancia.
Y volver a soñar
con un cielo de caramelo,
con la luna de queso
y los días sin fin,
y correr y enredarme
con los colores del tiempo,
abrazando fantasías
de un mundo que inventé.
Y volver a tener
esa inocencia bendita
donde las tristezas
no tienen lugar,
donde las rabietas
se calman con un dulce,
donde desconoces
el odio y el rencor.
Y volver a sentirme
libre de temores
viviendo los días
de principio a fin,
inventando sueños ,
bailando con el viento
y gritándole al silencio
que eterna quiero ser.
Maravillosa niñez,
nostalgia del ayer...
Elba Nery García.
12/09/2008
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